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Allen Ginsberg, tras leer las críticas oficiales a su poema Aullido:
"La poesía ha sido atacada por un aterrorizado hatajo de ignorantes y pelmazos que no comprenden cómo se hace, y el problema con estos cretinos es que tampoco la reconocerían si se les apareciera en mitad de la calle y se los follara a plena luz del día."

sábado, 4 de febrero de 2012

Arena y canto



En ese campo rodeado de esculturas se resume 

la gloria eterna cuando al fin llega la calma.

También mueren las piedras con forma humana,

las de la mirada triste,  

las de las rígidas manos elevadas hacia el cielo, 

implorantes, 

inanes en su apariencia de rocas desnaturalizadas.

Condenadas al regalo de la observación sin prisas,

resuelven el destino de los astros y de las alcantarillas

sin que el más leve rubor delate la emoción que embriaga 

sus pétreos poros cincelados.

Se agrietan sus minerales carnes,

se desgastan sus entrañas, 

disienten la gravedad y su mística cabeza

de tanto ver los mismos caminos estancos.

Un poco más de lluvia y de viento,

de sol y de hielo sembrando distancias,

y en arena se desvanecen los granitos y los cantos.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

No hablamos
Solamente nos miramos
la carne y la piedra.

¡No somos de piedra!
¡No son de carne!

Porque seremos arena y ceniza.

Materia

Polvo somos.

el doc que necesita una doctora jeje

Aqui nieva, pero no tanto como en el norte de Palencia.

Unknown dijo...

Me ha gustado mucho, Susi. La imagen de la estatua de piedra hace viajar la imaginación hacia los seres humanos y sus vidas perennes. Muy buen poema, te felicito una vez más, poeta.

Francisco Enrique León dijo...

Espléndido poema, Susi, y no tan críptico como acostumbras. Tus reflexiones están llenas de sentido y con tu estilo, aquí bastante profundo, y tus maneras, nos hace pensar en la espléndida "Estatua del jardín botánico". "Condenadas al regalo de la observación sin prisas", enemigas de la lluvia y el viento, del sol y de los hielos, que nos recuerdan que nada es eterno, y aquí estamos nosotros para rebelarnos.

susi underground dijo...

Pero doc, vaya comentario guapo que me mandas.Bonito de verdad.
Dust in the wind.....

Un besazo, brujo.

susi underground dijo...

La verdad es que eso de la piedra no es más que una excusa para hablar de lo de siempre: el paso del tiempo, su efímera presencia, el miedo o el deseo ante lo inevitable...
Gracias por tu visita, Jota.
Nos leemos.

susi underground dijo...

"Con mi pensamiento sigo el movimiento de los peces en el agua..." Esto siempre me recordó a una escena de "La ley de la calle".
Sí que nos rebelamos, Efe, y con toda la razón. Lo malo es tener miedo a la muerte de una forma inconsciente y no pensar que es algo inevitable (hoy por hoy).
Timothy Leary escribió poco antes de morir "El chip de la muerte". Me encantó, me tranquilizó con respecto a nuestro común destino, pero hizo que me rebelara ante la muerte, aunque pueda parecer un contrasentido.
Te sigo, poeta.

Ángel Dex dijo...

Me ha recordado la canción de Radio Futura "La estatua del jardín botánico". Te mueves con una soltura increíble en la metáforas y me encanta leerte.

Un beso gamberra mía.

susi underground dijo...

Muchas gracias, angelito.
El Jardín Botánico, lo suficientemente cerca de otra famosa estatua que hay en el Retiro.
Un abrazo, poeta.