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Allen Ginsberg, tras leer las críticas oficiales a su poema Aullido:
"La poesía ha sido atacada por un aterrorizado hatajo de ignorantes y pelmazos que no comprenden cómo se hace, y el problema con estos cretinos es que tampoco la reconocerían si se les apareciera en mitad de la calle y se los follara a plena luz del día."

viernes, 27 de enero de 2012

De los días



Bajo una aurora sentimental observamos los inicios

de los días.

Por un oído nos absorbe el sabor de la materia,

aún dormida y sudando residuos de aluminio

que son lluvia sobre algún sol esmerilado.

Por la garganta, como saltamontes de los campos,

brinca el atlas entero y se deshace en guedejas

la desgana que arrastramos por inercia, 

tan frágil, tan leve, tan enana...

Restando plomo y sumando cicatrices gaseosas

debe aparecer el número exacto de la clave

que retenga una mínima incertidumbre

cuando se emparenta el tedio con la desidia

de todos los mares refugiados dentro de las olas.

La cafeína sobre la mesa vestida de tul

abre la ventana,

y entonces entra la calle a borbotones...

10 comentarios:

Ángel Dex dijo...

"Restando plomo y sumando cicatrices gaseosas"

Uuuuuuuuuuf¡¡¡¡¡¡¡¡ Maravillosa esa imagen.

Fíjate gamberra mía que yo soy animal nocturno. Bueno tu misma me pusiste mi primer nombre con esa palabra.

Nocturno. Pero se necesita del día y esa desidia del sol para apreciar el misterio y la magia de la noche.

Hoy esto espeso tal vez. E incluso filósofo de todo a Euro Jejejeje

Un bessssssssso guapa y gracias por ir dejando tus huellas en mi blog. Espero volver a la normalidad de mi vida y poder compartir estas palabras contigo.

Besos.

Tano dijo...

Entra la calle a la casa a borbotones por la ventana, mientras por la puerta sale la casa a la calle con cuentagotas. Son gotas de sangre caliente en contenedores de cuero de las mas variadas formas y comportamientos.

Quizá en algún cercado arbolado se produce la fusión casa-calle que origina aullidos de placer, apertura de acais diseñados en oriente y cercanía de rojos neumáticos recauchutados con caucho vivo y sensible.

Precioso tu poema "para variar", mi Beluñí.

Besosdesos...

susi underground dijo...

Hombre, don ángel deX, cuánto bueno por aquí.
Por un lado te echaba de menos, pero por otro, como se te ve encantado, me alegro de que te vayan las cosas así de bien.
Nunca serás un filósofo barato, angelito, es imposible llegar a pensar eso leyendo tus versos, que tanto conocen el lado oscuro de la vida.
Un abrazo a pares, poeta.

susi underground dijo...

Por la ventana entra la calle y sólo sale lo que no importa.
Siempre que hay algo de interés, se queda entre mis paredes.
"Acais diseñados en oriente..." qué bonito, gitano.
Besosdesos, corazón.

Unknown dijo...

Me flipa!!!!

¡Que giro le das a los sentidos (0ído, tacto, sabor...)! Y ahí aparecen, entre la cafeína, el plomo y el aluminio, la desgana, el tedio, la inercia, la desidia de todos los mares refugiados dentro de las olas, en fin, el cáncer de todos los poetas.
Los dos versos finales son geniales "abre la ventana/ y entonces entra la calle a borbotones...". No tengo palabras. Te felicito, una vez más.
Un fuerte abrazo, Susi

susi underground dijo...

El cáncer de todos los poetas, Jota, tú lo has dicho.
Qué momentos, esos en los que tienes tanto de qué hablar que no salen las palabras... hasta que no te tomas una buena taza de café.
Un beso, y recuerdos a la bella Barna.

Unknown dijo...

Se los daré con mucho gusto, de tu parte. ¿¿Tú por dónde paras??? ¿¿Los Madriles, Capital del Reino??

susi underground dijo...

Yo estoy en la montaña palentina, Jota. Hace unos años me dio por hacer el jipi y aquí me ando.
Pero mis a mis madriles no los abandono, voy a menudo para allá... que no sólo de flores vive la gente...

Unknown dijo...

Je je, me ha gustao eso de que no sólo de flores se vive... ¿Qué tal se vive por ahí, por la montaña? Los de ciudad flipamos con lo "rústico" como los japoneses con la Sagrada Família. Tiene que hacer un frío de narices...

susi underground dijo...

Sí, yo también flipaba... ahora lo veo de otra manera, todo cuesta más trabajo: comprar, desplazarse... por no hablar de lo que hay que trabajar para no pasar frío.
Pero de momento sigue compensando.