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Allen Ginsberg, tras leer las críticas oficiales a su poema Aullido:
"La poesía ha sido atacada por un aterrorizado hatajo de ignorantes y pelmazos que no comprenden cómo se hace, y el problema con estos cretinos es que tampoco la reconocerían si se les apareciera en mitad de la calle y se los follara a plena luz del día."

jueves, 29 de diciembre de 2011

Empecinado

Estaba empecinado. 
Sus principios no le dejaban respirar bajo el agua
o diluirse en el fondo de las charcas 
en las que no hay pecina.
Sus tatuadas ideas no eran más que finales de una era
que no entendían que nacía un nuevo evo atravesando
mares y montañas como una bala recién despedida.
Si su úlcera gemía, no era por perseguir 
el divino origen del alcohol;
era porque su estómago decía 
que no podía tragar más quintales
de sacrificios reservados a los llamados 
por el camino de la amnesia.
Cuando su tensión arterial subía, no era que el amor 
amenazase con derruir el tejado de su hogar;
era porque las prisas llevaban las bridas por el wild side más serio.
No tiene sentido no reírse de uno mismo.


jueves, 22 de diciembre de 2011

Perpetuum mobile


Me rendiré a la evidencia 
cuando el cuerpo del lagarto
esté seco y ya no se escuchen los ecos de sus latidos.
Pero no será rendirse, 
sino aprender a coser lágrimas
a los aforismos que se pretenden rotundos.         

Morderé el polvo 
si me convenzo de lo acogedor del suelo duro, 
cama de arena húmeda,
maternal soporte en la batalla de los instintos.
Pero no será morderlo, 
sino acariciar su rostro con el mío.

Demostraré el movimiento 
andando desde el amanecer hasta el ocaso del día, 
comienzo del tiempo interno
de todo lo que descansa sobre la faz de la tierra.
Pero más que demostrar, 
me rendiré a la evidencia.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Lo que se puede tener

Si lo deseas te digo que eres a quien más quiero.
Que sin ti yo no vivo, que sin ti yo me muero.
Que una cama sin tus lazos no es más que un
piso sin muebles en una noche de invierno.

Pero un brillo en tu pupila refiere callos
en las manos de la épica apuntalada
en una rama perdida en la pared 
de algún singular precipicio. 
Una arruga entre las cejas señala que allí hay vida,
de la que hiende la semilla hasta la más
profunda capa de un hondo río.

Entiendo que los cantos se mueven 
porque son redondos,
que las voces, espejismos, 
que un segundo sin medida anula todo recuerdo 
para luego hacer recuento en el muro 
de todos y cada uno de sus ladrillos.

El quiebro de tu sonido a bosque en otoño
no  merece un aro en la nariz encadenada
al vástago de lo incierto permanente.
Un ahora es lo único que se puede tener.

viernes, 16 de diciembre de 2011

Diente de invierno


Boca limpia 

por saliva de astros 

flotando entre

púdicas ansias.

No mueren

siquiera

bajo el diente

del mágico invierno,

fire and ice

en el instinto,

impugnación 

de lindes,

sólo tiempo.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Seguramente




















(Debe de ser bueno quererte)
Siempre sonrío
al pensar en tu rostro moreno
de firmamento nocturno,
las manos que convierten mi cuerpo
en una nota brillante
[esa boca, imán de mi carne]
los brazos entre los que despierto
sin querer volver a estar vestida
---o esa mirada tuya que me da buena suerte---

Está muy bien tener la mente
          ocupada en tu arrullo
                 como
                      de macho torcaz
                                  en 
                                      su 
                                          hipnótico baile.

viernes, 9 de diciembre de 2011

Impermeable


Impermeable razonablemente salgo

de los charcos de agua seca,

polvo de las sendas de elefantes

en perfecta retirada.

Si la niebla acrecienta el latido,

el compromiso lineal avanza imparable

sobre un dibujo cualquiera

a condición de que esté vivo,

que profiera gritos moviendo el diapasón

anquilosado, que el margen de su silueta

tenga la perfecta nitidez del frío.

Reluciente e impermeable, sacudo las gotas

que mueven molinos al viento en reposo,

viento invariable.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Now More Than Ever


Desde otra zona del tablero intuyo
que es la sed lo que pervierte
tu sueño, morado de no dormir
languideciente y manso.
La droga que despierta lanza un rugido
serenando después su posición
de felina vigilante
en la atalaya.
Me deja pensar en ti
a condición de desentrañar
la exquisita molécula
del aroma marrón
de la corteza
del musgo.
Me pinto los labios mientras pienso
que no sé la respuesta.

domingo, 4 de diciembre de 2011

circunferencias al aire


La moneda subió por el impulso del pulgar
redoblando el número de circunferencias
que rodeaban su corona.

En un instante vio toda su vida
en fotogramas de vinilo sonrosado
por las gracias de las focas
que bailaban la pelota en la nariz.

Se le agrió la digestión del último bocado
de ansias irrefutables y simples delirios,
qué menos que simpatizar
con el bicarbonato sódico
en momentos tan delicados.

Según bajaba la moneda,
se lamentó de no saber elegir.

sábado, 3 de diciembre de 2011

La niña oscura

Se despierta el sol

crepitar de luceros

tiempo de voces

campanilla dorada

viene el sonido

a retumbar los montes

una mosca en la leche

rizo moruno

en la sien de la luna

luz fragmentada en astros

tímido rayo

redondez de aceituna.

Peatones



Pasos de cansados peatones se arrastran
tergiversando el mensaje de 
las manchas en las aceras.


Alguna grieta por donde se cuelan
imposibles hebras verdes,
remolinos de papeles tintados
con pereza y sin esperanza
deletrean las lágrimas que se alían
para deshacer sus venas marrones,
jirones de savia en momia tumefacta.


El hocico de una rata asoma por 
la alcantarilla, puerta de entrada
a los propios infiernos
abrigados con patéticas capas
de ajados colores, el forro es plomo
y el cuello, una espita sin llave.


Y siguen arrastrando sus pasos, los peatones.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Prioridades




Simetría incoherente el ángulo generado, 
factor que imprime carácter.
Mínimo espacio sobre el cruce de dos posibilidades, 
a una altura apropiada 
para ver desde el balcón las vías del tren,
entrecerradas las pestañas
extasiadas por el lustre del bruñido.
Borla de algodón es el punto que equidista
la velocidad y la ausencia.
Forzando un poco más el escorzo,
es posible situar las razones agotadas
en epitelios sin consistencia,
mas siempre fue aconsejable
proteger la idea íntegra.




El laberinto




Bordeo las señales implicadas en la desazón
del yerto invierno para seguir un camino
escondido entre malezas.

Los rayos del sucio sol señalan el hueco 
por donde trepa una araña 
mixtificando la entrada al laberinto
de los hilos de metal.

Un recuerdo de viento acaricia mi espalda
animándome a seguir hacia el levante
de las rocas polvorientas por el tiempo, 
imperativo perennemente
presente sólo en las mentes 
de los mamíferos erectos, 
su inmanente telaraña.