Al volver el alba regresan los brillos
desmadejados entre uñas afiladas,
la llama se desentiende de todo
lo que no sea el fulgor eterno
de la negra sima por donde sólo cabe
el hilo que habrá de enhebrar una aguja.
Ni ruinas ni esperanzas que desgasten sus gargantas
intentando hablar al viento,
sólo susurros de luces
al otro lado de la idea
subidos sobre labios
que saben que existen las claves
más allá del conjuro de las brujas.
2 comentarios:
Y de una voz rota
de tanto amar con el alma
nació la rosa negra.
Y de un sueño húmedo
de noches de vapor tambaleante,
con los pulmones encharcados
en el silencio de los traidores,
renace la dueña de la guadaña
que sega la tortura
de vivir sin la paz de los
soñadores...
Me encanta saborear tu mente.
¿Cuando ese cigarrito?
Vaya, Ángel, qué cosa tan bonita has escrito.
Me ha gustado mucho, ha sido como decir lo mismo en otro idioma.
Y lo de saborear tu mente, para los anales.
No, si el cigarro yo ya... jejejeee
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